Séralini diseñó su estudio de 2012 como una continuación directa de un estudio previo sobre el mismo maíz NK603 realizado por Monsanto para respaldar su solicitud de aprobación oficial.

El estudio de Monsanto fue un ensayo de alimentación en ratas de 90 días sobre el NK603. Monsanto publicó los resultados de su prueba en 2004,1 año en que el maíz fue autorizado en la UE. Aunque se encontraron diferencias en las ratas alimentadas con transgénicos, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) afirmó que las diferencias “carecían de importancia biológica” y que el maíz era tan seguro como las variedades no transgénicas.2

El equipo de Séralini obtuvo los datos brutos de Monsanto y realizó un nuevo análisis de los mismos. Encontraron signos de toxicidad hepática y renal en las ratas alimentadas con transgénicos, resultados que se publicaron en una revista revisada por pares en 2009.3

Séralini llevó a cabo su estudio de 2012 sobre el maíz NK603 y el Roundup con el fin de comprobar si los indicios iniciales de posible toxicidad encontrados carecían realmente de importancia biológica, como la EFSA afirmaba, o se convertían en enfermedades más graves.4

El diseño general del experimento era similar al de Monsanto, para permitir la comparación entre ambos. La diferencia fue que el experimento de Séralini tuvo mayor duración (dos años frente a los 90 días de Monsanto) y un alcance mucho más detallado. El experimento de Séralini medía un mayor número de efectos sanitarios y estaba diseñado para separar los efectos del maíz transgénico de los del herbicida que ha sido diseñado para tolerar, el Roundup. Fue el primer estudio sobre un cultivo transgénico que diferenciaba los efectos de esta forma.

Resultados

Los resultados obtenidos por Séralini fueron alarmantes: tanto el maíz transgénico NK603 como el Roundup causaron graves daños hepáticos y renales, así como un desarrollo de tumores más frecuente y temprano que llevó a un aumento de la mortalidad.4

Estos graves efectos no se habían detectado en la prueba de 90 días de Monsanto por ser esta demasiado corta. Las enfermedades graves, como daños en los órganos y tumores, tardan tiempo en desarrollarse y volverse evidentes.

Un análisis objetivo del estudio de Séralini llegaría a la conclusión de que todos los alimentos transgénicos deben someterse a estudios a largo plazo de toxicidad crónica y carcinogenicidad antes de permitir su comercialización.

¿Qué indica el estudio sobre el proceso regulatorio de los alimentos transgénicos?

El trabajo de Séralini es el primer estudio de toxicidad ​​a largo plazo revisado por pares sobre los efectos sanitarios del maíz transgénico NK603 y la formulación herbicida comercial diseñada para su cultivo.

Los cultivos de alimentos transgénicos se autorizan sobre la base de estudios de alimentación de corta duración (un máximo de 90 días), por lo general con ratas. Ninguna autoridad reguladora del mundo exige estudios a largo plazo.

Sin embargo, en el experimento de Séralini los primeros tumores de gran tamaño no se observaron hasta cuatro meses después de haber iniciado el estudio en el caso de los machos y siete meses en el caso de las hembras. La mayoría de los tumores no se detectaron hasta los 18 meses.

Esto demuestra que las pruebas de 90 días que normalmente se realizan sobre los cultivos transgénicos son demasiado cortas como para detectar efectos sanitarios graves que tardan en desarrollarse, como el cáncer y los daños en los órganos.

Para una rata, 90 días equivalen a solo 7-9 años humanos5, pero los seres humanos pueden estar expuestos a un alimento transgénico o residuos de Roundup durante toda la vida.

Referencias:

1.         Hammond B, Dudek R, Lemen J, Nemeth M. Results of a 13 week safety assurance study with rats fed grain from glyphosate tolerant corn. Food Chem Toxicol. Jun 2004; 42(6): 1003-1014.

2.         Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Dictamen de la Comisión Técnica de Organismos Modificados Genéticamente a instancias de la Comisión en relación con la seguridad de los alimentos e ingredientes alimentarios derivados del maíz modificado genéticamente tolerante a los herbicidas NK603, para el que se presentó una solicitud de admisión en el mercado en virtud del artículo 4 del Reglamento sobre nuevos alimentos (EC) n.º 258/97 por parte de Monsanto (PREGUNTA NO EFSA-Q-2003-002): Dictamen aprobado el 25 de noviembre de 2003. EFSA Journal. 2003; 2003(9): 1–14.

3.         de Vendomois JS, Roullier F, Cellier D, Séralini GE. A comparison of the effects of three GM corn varieties on mammalian health (Comparativa de los efectos de tres variedades de maíz transgénico en la salud de los mamíferos). Int J Biol Sci. 2009; 5(7): 706–726.

4.         Séralini GE, Clair E, Mesnage R, et al. Long term toxicity of a Roundup herbicide and a Roundup-tolerant genetically modified maize (Toxicidad a largo plazo del herbicida Roundup y el maíz transgénico tolerante al Roundup.) Food and Chemical Toxicology. Noviembre de 2012; 50(11): 4221-4231.

5.         Soffritti M, Belpoggi F, Degli Esposti D. Cancer prevention: The lesson from the lab. In: Biasco G, Tanneberger S, eds. Cancer Medicine at the Dawn of the 21st Century: The view from Bologna. Bologna: Bononia University Press; 2006:49–64.