Algunas agencias gubernamentales se apresuraron a condenar el estudio de Séralini. Sin embargo, dichas agencias no son imparciales, pues son responsables de la autorización del maíz transgénico NK603 y el Roundup. Por ejemplo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la Agencia francesa de seguridad alimentaria ANSES y el Haut Conseil des Biotechnologies (HCB) francés, todos detractores de los hallazgos de Séralini, habían emitido previamente dictámenes favorables sobre la seguridad del maíz NK603 que llevaron a su autorización tanto a escala de la UE como a nivel nacional en Francia. 1

Como miembro del Parlamento Europeo, Corinne Lepage dijo acerca del rechazo al estudio de Séralini por parte de la EFSA: “Reconocer la validez del estudio sería cortar la rama sobre la que el organismo lleva años asentado, ya que todos sus dictámenes sobre OMG han sido positivos.” 1

El Instituto federal alemán de evaluación de riesgos, BfR, también rechazó los hallazgos de Séralini. 2 Pero las autoridades reguladoras del gobierno alemán son responsables de la autorización en la UE del glifosato, el principal ingrediente químico del Roundup. 3 Por lo tanto, tampoco este caso la crítica procede de una parte desinteresada.

También podría cuestionarse si algunos de los vanagloriados informes oficiales que condenan el estudio de Séralini son realmente representativos de sus organizaciones.

Un informe supuestamente presentado por las seis Academias científicas francesas fue expuesto como parcial y no representativo por el experto en estadística de dichas Academias, Paul Deheuvels. Según Deheuvels, no se consultó a todos los miembros de las Academias sobre el informe, escrito por un grupo anónimo de expertos “convocado a una reunión de emergencia, no sabemos por quién, no se sabe cómo, con una total falta de transparencia en la selección de sus miembros, y sobre la base de dos representantes por academia.” 4

Puesto que el informe de las Academias se centraba en gran medida en los aspectos estadísticos del estudio de Séralini, habría sido natural que se consultara a Deheuvels – pero no fue así. 4

La opinión de Deheuvels sobre el informe fue respaldada por 140 científicos franceses en una carta abierta al diario Le Monde. Los científicos escribieron:

“El hecho de que un grupo compuesto por una docena de personas que dicen representar a las seis Academias [de la ciencia] haya acordado una declaración conjunta [condenando a Séralini] sin diálogo es contrario al funcionamiento normal de estas instituciones y pone en tela de juicio la imagen de la ciencia y la tecnología.” 5

En cuanto a la respuesta de la EFSA al estudio de Séralini, fue coordinada en una teleconferencia precipitada con la participación de solo cuatro Estados miembros (Alemania, Bélgica, Países Bajos y Francia), de un total de 27, una muestra difícilmente representativa. Uno de los objetivos declarados de la conferencia, según el representante de la EFSA, era “evitar la divergencia” de opiniones sobre el estudio. El representante de Bélgica incluso propuso presionar al editor de Food and Chemical Toxicology, la revista que publicó el estudio de Séralini, para que lo retirara. 6

Curiosamente, dos meses después de la publicación del estudio de Séralini, la revista electrónica EU Food Policy informó de que la EFSA había iniciado conversaciones con la Comisión Europea sobre la posible organización de estudios sobre las metodologías a largo plazo para evaluar los alimentos transgénicos. Esto constituye un gran avance, ya que es la primera vez que la EFSA ha admitido que los estudios a largo plazo son convenientes. Sin embargo, no hay planes para probar el maíz cuestionado por el estudio de Séralini, el NK603. En cambio se mencionó otro maíz de Monsanto, el MON810. Según las informaciones, la EFSA se habría ofrecido a cooperar con la Comisión para diseñar estos estudios, aunque mientras la agencia se niegue a conceder alguna validez al estudio de Séralini, su posible participación en este proyecto sigue siendo profundamente sospechosa. 7

 

Referencias:

1. Lepage C. OGM: l’EFSA a manqué à une déontologie élémentaire. Le Nouvel Observateur. 7 de octubre de 2012. http://bit.ly/QWjizy

2. Bundesinstitut für Risikobewertung (BfR). A study of the University of Caen neither constitutes a reason for a re-evaluation of genetically modified NK603 maize nor does it affect the renewal of the glyphosate approval. 1 de octubre de 2012. http://bit.ly/Sz6lRI

3. Antoniou M, Habib MEM, Howard CV, et al. Teratogenic effects of glyphosate-based herbicides: Divergence of regulatory decisions from scientific evidence (Efectos teratogénicos de los herbicidas a base de glifosato: Discrepancia entre las decisiones reguladoras y las pruebas científicas) J Environ Anal Toxicol. 2012.

4. Deheuvels P. L’étude de Séralini sur les OGM, pomme de discorde à l’Académie des sciences Le Nouvel Observateur. 19 de octubre de 2012. http://leplus.nouvelobs.com/contribution/661194-l-etude-de-seralini-sur-les-ogm-pomme-de-discorde-a-l-academie-des-sciences.html

5. Andalo C, Chercheuse AHS, Atlan A, Auclair D, Austerlitz F, Barot S. Science et conscience. Le Monde. 14 de noviembre de 2012. http://www.lemonde.fr/idees/article/2012/11/14/science-et-conscience_1790174_3232.html

6. Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), Unidad de riesgos emergentes. Teleconference with member states on Seralini et al study 28 September 2012, 10.30-12.30, 1st meeting report. 28 de septiembre de 2012. https://zoek.officielebekendmakingen.nl/blg-187499.html

7. Trollope, K. Commission and EFSA agree need for two-year GMO feeding studies. EU Food Policy. 17 de diciembre de 2012.