150 miembros de la comunidad científica internacional han condenado la retirada del estudio del científico francés Gilles-Eric Séralini sobre el maíz transgénico y el Roundup por considerar que responde a intereses comerciales.

Ya son 150 los científicos y expertos que han condenado la decisión del editor de la revista de retirar un estudio que detectó graves problemas de salud en ratas alimentadas con el maíz genéticamente modificado de Monsanto y el herbicida Roundup.

El Dr. A. Wallace Hayes, editor de la revista de Elsevier Food and Chemical Toxicology (FCT), afirmó haber retirado el estudio realizado por el equipo del Profesor Gilles-Eric Séralini porque algunos de sus resultados son “no son concluyentes”. Este razonamiento ha sido tachado de absurdo por parte de numerosos científicos, que señalaron que son muchos los estudios que contienen resultados no concluyentes.

La retirada se produjo apenas unos meses después de la incorporación de un antiguo científico de Monsanto al consejo editorial de FCT.

Entre los firmantes de la solicitud contra la retirada figura el Dr. Mohamed Habib, profesor de Entomología de la Universidad de Campinas, Brasil. Este afirmó que la retirada es un indicio del peso de los intereses económicos en las revistas científicas. En palabras del Profesor Habib: “Es una actitud criminal. La verdad y los valores éticos deberían considerarse más importantes que el dinero. El artículo debe ser restituido”.

Tres investigadores que colaboran con la revista Environmental Health Perspectives criticaron la retirada por constituir “un cambio radical y destructivo de los principios de publicación de estudios científicos controvertidos”.

Marcel Roberfroid, exmiembro del consejo editorial de FCT, condenó la retirada en una carta al editor de la revista, donde afirmaba: “Su decisión, que puede interpretarse como un deseo de eliminar información científica contraria a los intereses de la industria, es, en mi opinión, inaceptable”.

En una iniciativa aparte, más de 1200 científicos se han comprometido a boicotear a Elsevier por la retirada.

El Comité de ética no puede intervenir

Los opositores a la retirada afirman que infringe las directrices del Comité de ética de las publicaciones (COPE, por sus siglas en inglés), al que pertenece FCT. Por otra parte, el editor de FCT, Hayes, alegó que su decisión de retirar el artículo estaba en consonancia con las directrices del COPE.

La respuesta del COPE ante la denuncia presentada por el Profesor G. E. Séralini por la retirada ha sido reconocer que carece de autoridad para investigar o pronunciarse sobre el conflicto, ya que, según afirma, la decisión sobre cómo interpretar las directrices del COPE “corresponde al editor y al director”.

Claire Robinson, coordinadora de endsciencecensorship.org, calificó la respuesta del COPE como “decepcionante”. Robinson afirmó: “Con esto se demuestran las limitaciones de las directrices voluntarias en los casos de conducta inmoral o poco científica por parte de los editores de revistas científicas. Al no tener carácter obligatorio, los editores tienen “carta blanca” para tomarse a la ligera el trabajo y la reputación de los científicos.

“Con el fin de no confundir a los científicos que envían sus artículos a la revista, FCT debería retirarse del COPE, puesto que la conducta de su editor es contraria a las directrices de dicho Comité.”

Retraction Watch acusó a Hayes de tergiversar las directrices del COPE para tratar de justificar su decisión, y concluyó que “La afirmación de que las directrices del COPE apoyan de algún modo la decisión es cuestionable”.

La industria aprovecha la retirada para solicitar la aprobación de una berenjena transgénica

La retirada ya está siendo utilizada en la campaña de un grupo de presión de la industria de los transgénicos, el ISAAA, para conseguir la introducción de una berenjena transgénica que contiene plaguicidas en Filipinas. El pasado año, siete testigos expertos trataron sin éxito de refutar el estudio Séralini ante un tribunal de justicia. Posteriormente, el tribunal prohibió las pruebas de campo con la berenjena transgénica, desarrollada por una filial de Monsanto, con el objetivo de proteger la salud y el medio ambiente. A raíz de la retirada, el ISAAA ha solicitado que se revoque la prohibición de la berenjena.

Claire Robinson afirmó: “Parece que el editor de FCT, el Dr. Hayes, ha logrado para la industria agroquímica y de los transgénicos lo que los testigos y expertos no pudieron conseguir. Los testigos no fueron capaces de rebatir el estudio mediante argumentos científicos, por lo que era necesario hacerlo desaparecer. Esto es lo que los críticos de Séralini pidieron a Hayes que hiciera, y él ha cumplido.”